Ya desde pequeños los japoneses aprenden a protegerse del peligro constante de terremoto que acecha a su país. Con ayuda de material de formación que también se implementa en otros países con riesgo sísmico, los pequeños son entrenados desde el jardín de infantes hasta la escuela secundaria en las causas y efectos de los temblores de la Tierra.
Así aprenden, por ejemplo, que cuando se produce un sismo no deben abandonar el edificio, porque pueden resultar heridos por objetos que se caen. En cambio, les enseñan que es bueno buscar protección debajo de una mesa y que después de un terremoto se debe abandonar la casa sólo si se tiene algo para proteger la cabeza, aunque sea un bolso.
Las explicaciones teóricas son complementadas regularmente con simulacros prácticos. Muchas veces, cientos de miles de personas se reúnen para estos grandes simulacros de terremoto, organizados por los gobiernos central y regionales.
En simuladores de sismos, familias enteras se ocultan debajo de mesas de cocina y en algunos programas de televisión los invitados aprenden a utilizar los matafuegos.
Todo esto, que en los ejercicios muchas veces recuerda a grandes fiestas populares, fue superado ahora de manera terrible por la realidad.
Fuente: globovision.com